La rentabilidad de los fondos propios (ROE) es un ratio financiero que mide la rentabilidad de una empresa en relación con el total de sus fondos propios. También puede denominarse «rendimiento del patrimonio neto» o «rendimiento del capital invertido».
¿Cómo se calcula el ROE?
Se calcula dividiendo los ingresos después de impuestos de la empresa entre sus fondos propios medios. La fórmula para realizar el cálculo es la siguiente:
ROE = (Beneficio neto – Dividendos)/Patrimonio neto medio
¿Qué indica un ROE alto o bajo?
Un alto rendimiento de los fondos propios suele indicar que una empresa ha conseguido generar beneficios con las inversiones de sus accionistas. Por el contrario, un rendimiento bajo de los fondos propios puede indicar que la empresa no está utilizando sus fondos propios de forma eficiente.
Por ejemplo, si una empresa tiene unos gastos elevados en relación con los ingresos, podría ser un signo de ineficiencia y de una gestión débil.
Para comparar el rendimiento de diferentes empresas, los inversores pueden fijarse en el ROE de cada una de ellas. Por lo general, los inversores consideran deseable una mayor rentabilidad de los fondos propios, ya que significa que la empresa está generando más beneficios con su capital invertido.
En general, la rentabilidad de los fondos propios puede ser una medida financiera importante que los inversores deben tener en cuenta al evaluar los resultados de una empresa y las posibles oportunidades de inversión. Proporciona una idea de cómo la empresa está utilizando las inversiones de capital de los accionistas y si ha sido capaz de generar suficientes ingresos para sus accionistas.
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