En general, los fondos de inversión se consideran instrumentos financieros y, por lo tanto, están sujetos a la legislación sobre impuestos sobre los instrumentos financieros. Sin embargo, existen algunas excepciones y casos especiales que conviene conocer.
Las rentas de los fondos de inversión se generan fundamentalmente en el momento de la venta de las participaciones del fondo por la diferencia entre el valor de reembolso (o venta) de las mismas y el valor de suscripción (o compra) y, en algunos casos, como en los fondos de reparto, también al recibir dividendos.
La mayoría de los fondos de inversión que se comercializan en España son fondos de acumulación, ya que los rendimientos que generan los distintos activos que componen el fondo se acumulan en el mismo en vez de ser distribuidos vía dividendos. El resultado positivo o negativo que se obtiene al vender un fondo (total o parcialmente), a efectos del IRPF, tiene la consideración de ganancia o pérdida patrimonial y se incluye en la base imponible del ahorro.
En el momento de la venta, la gestora del fondo va a retener un 19% del importe de la ganancia en concepto de pago a cuenta de los impuestos que habrá que liquidar cuando se haga la declaración del impuesto. En caso de que exista una pérdida no se retendrá nada. Una de las particularidades de los fondos de inversión es que no están sujetos a tributación hasta el momento en que se reembolsa el capital invertido con la venta de las participaciones.
Impuestos sobre la renta personal del inversor
Los fondos de inversión que invierten en acciones y bonos están sujetos a impuestos sobre la renta personal del inversor. Esto significa que los beneficios obtenidos por los inversores se tributan en función del tipo impositivo personal del inversor.
¿Cómo se calcula la ganancia o pérdida patrimonial en la venta de un fondo?
La ganancia o pérdida patrimonial se calcula de la siguiente forma:
Importe de venta – importe de adquisición = ganancia o pérdida patrimonial
Ejemplo:
Un inversor adquiere un fondo de inversión por valor de 10.000 euros y lo vende posteriormente por 15.000 euros. La ganancia patrimonial obtenida será de 5.000 euros.
¿Cuánto habrá que pagar al realizar una retirada del fondo?
La cuantía del impuesto a pagar será el resultado de aplicar el tipo impositivo personal del inversor sobre la ganancia patrimonial obtenida.
Los tipos impositivos a aplicar a las ganancias obtenidas varían entre el 19% y el 26% según los siguientes tramos:
-Hasta 6.000 euros de ganancia, se aplica un 19%
-Desde los 6.000 euros hasta los 50.000 euros, un 21%
-Entre 50.000 euros y 200.000 euros, un 23%
-Más de 200.000 euros, un 26%
Estos porcentajes se aplican por tramos progresivamente. De modo que, por ejemplo, si el beneficio obtenido son 15.000 euros se aplicará un 19% por los primeros 6.000 euros y un 21% por los 9.000 euros restantes.
¿Hay que tributar si se traspasa un fondo de inversión?
Los traspasos no tienen efectos fiscales en IRPF para el inversor: las plusvalías no tributan (ni las minusvalías se deducen) mientras no se produzca el reembolso definitivo. Además, las participaciones suscritas conservan el valor y la fecha de adquisición de las reembolsadas.
Por lo tanto, si tienes fondos de inversión y vas a realizar una retirada de los mismos, debes tener el cuenta los siguientes aspesctos que enumeramos a continuación.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los fondos de inversión pueden estar compuestos por una gran variedad de activos, desde acciones y bonos hasta inmuebles y materias primas. Cada uno de estos tipos de activos se tributa de forma diferente.
Por ejemplo, si el fondo está compuesto principalmente por acciones, entonces los beneficios obtenidos por los inversores serán considerados como ganancias o pérdidas en capital, que se tributan en función del impuesto sobre la renta personal del inversor. Los fondos que invierten en bonos suelen estar exentos de impuestos, mientras que los fondos inmobiliarios pueden estar sujetos a impuestos especiales.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los fondos de inversión no son un producto homogéneo y que, por lo tanto, la forma en que se tributan puede variar significativamente de un fondo a otro. Esto se debe principalmente a las diferencias en la composición del fondo y en las estrategias de inversión utilizadas por los gestores del fondo.
Por ejemplo, algunos fondos de inversión pueden estar compuestos principalmente por acciones de empresas extranjeras, lo que significa que los beneficios obtenidos por los inversores serán sujetos a impuestos sobre la renta en el país de residencia del inversor, así como en el país donde se encuentran domiciliadas las empresas.
En tercer lugar, hay que tener en cuenta que la forma en que se tributan los fondos de inversión puede cambiar con el tiempo. Esto se debe principalmente a los cambios en la legislación sobre impuestos, así como a las estrategias de inversión utilizadas por los gestores del fondo.
Por ejemplo, en algunos países se ha introducido un impuesto especial para los fondos que invierten en determinados tipos de activos, como los inmuebles. Asimismo, algunos fondos han cambiado su composición o han adoptado nuevas estrategias de inversión, lo que ha dado lugar a cambios en la forma en que se tributan.
Por último, hay que tener en cuenta que la forma en que se tributan los fondos de inversión puede variar significativamente de un país a otro. Esto se debe principalmente a las diferencias en la legislación sobre impuestos y a las estrategias fiscales utilizadas por los gobiernos para recaudar fondos.
En algunos países, como España, se han introducido impuestos especiales para los fondos de inversión, mientras que en otros países, como Luxemburgo, se han adoptado medidas para facilitar la inversión en fondos de inversión.
En España, los fondos de inversión se tributan de la siguiente forma:
-Los beneficios obtenidos por los inversores son considerados como ganancias o pérdidas en capital, que se tributan en función del impuesto sobre la renta personal del inversor.
-Los fondos de inversión que invierten en acciones extranjeras están sujetos a un impuesto especial del 1,2%.
-Los fondos de inversión que invierten en inmuebles están sujetos a un impuesto especial del 3%.
-Los fondos de inversión que invierten en determinados activos, como los fondos de cobertura, están sujetos a un impuesto especial del 8%.
En resumen, hay que tener en cuenta que los fondos de inversión no son un producto homogéneo y que la forma en que se tributan puede variar significativamente de un fondo a otro. Sin embargo, existen algunas generalidades que conviene conocer antes de invertir en fondos de inversión.
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